¿Qué es la Asertividad?

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Las personas tenemos diferentes formas de comunicarnos y expresar nuestras emociones, sentimientos, necesidades, etc. Es probable que hayas oído hablar de la asertividad, la cual es un estilo de comunicación basado en la expresión de todo ello teniendo en cuenta el estado emocional de la persona a la que nos dirigimos. Del mismo modo, la asertividad puede entenderse como un término medio entre la comunicación pasiva y la comunicación agresiva.

Características de los distintos estilos de comunicación.

Si bien es cierto que existen múltiples formas de comunicación, la asertiva es la que más ventajas nos va a aportar. Comunicarnos siendo firmes con nuestras necesidades y sentimientos, pero a la vez teniendo en cuenta las de los demás, nos va a aportar muchos beneficios a nivel social: seguro que a ti también te gusta que tengan en cuenta tus sentimientos o tus emociones. 

No obstante, esto no quiere decir que estos otros estilos no sean válidos, pues es posible que en determinadas situaciones no nos quede otra opción que adaptarnos y actuar de forma más pasiva o agresiva. Ningún estilo de comunicación es bueno o malo por sí mismo, pues será la situación en que se emplee la que lo determine. 

Por ejemplo, imaginemos que vas caminando de noche y aparece alguien con un arma blanca que te pide tus pertenencias: ¿qué harías en tal situación?. Es muy probable que sientas miedo y que te plantees huir, defenderte o que, por el contrario, te bloquees y te quedes paralizado/a. En este último caso, probablemente cederás a la demanda del otro, entregándole tus pertenencias para evitar ponerte en riesgo. Efectivamente, esto correspondería a un estilo de afrontamiento pasivo y, en este caso, la emoción que has sentido (el miedo), te ha ayudado a protegerte adoptando un tipo de comunicación pasivo.

Por otro lado, imaginemos ahora que una persona está insistiéndote continuamente en hacer algo que tú no quieres, algo que no te gusta nada y que previamente has tratado de expresarle que no quieres hacerlo. Probablemente en este momento necesites establecer un límite; dejarle claro que, por mucho que siga insistiendo, no vas a ceder. Puede que necesites expresar de manera brusca que es algo que tú no quieres ni vas a hacer, por mucho que te lo exija, ya que es algo a lo que tienes absoluto derecho. Probablemente la emoción que sentirás será el enfado, que de forma adaptativa te ha permitido identificar aquello por lo que no estás dispuesto a pasar. 

Al igual que en la naturaleza podemos encontrar formas de comunicación agresiva (como por ejemplo gruñidos de amenaza) o pasiva (un animal que finge estar muerto para no ser atacado), el ser humano también puede expresarse de estas maneras. La asertividad, por el contrario, es una forma de comunicación más compleja, propia de los humanos. No obstante, es una habilidad que se aprende (por eso a veces hay personas a las que no les resulta fácil ser asertivas).

Si expresarte asertivamente te resulta difícil, no te preocupes ya que tiene solución: puedes trabajar con tu terapeuta para desarrollar y mejorar esta habilidad y que así puedas aplicarla a los distintos ámbitos que conforman tu vida. 

Atiende a tus necesidades y ten en cuenta tus derechos, pero ten presente que los demás también los tienen y no debes sobrepasarlos con tus acciones.

Alejandro Vitieles Doñate

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