Hablemos de sexología
Es muy probable que, a día de hoy, con la cantidad de información que recibimos, hayas oído hablar sobre la sexología, el sexo y muchos otros derivados de estas dos palabras. Pero nos gustaría que durante un rato mientras disfrutas de estas líneas, puedas hacer un pequeño ejercicio sobre lo que realmente sabes acerca de la sexología.
¿Te has permitido pensarlo? ¿Qué crees que conoces sobre esta ciencia? ¿Te apetece indagar un poco más? Vamos allá.
La sexología como ciencia…
La sexología es una disciplina que se ha estudiado desde hace siglos, y gira en torno a un eje central, el hecho sexual humano, cuya base fundamental es que todas las personas somos seres sexuados. Durante tantos años de estudio, ciencias como la biología, la medicina o la psicología, se han olvidado de lo más esencial de la sexología.
Estos estudios se han centrado únicamente en la reproducción y el placer, pero ¿dónde queda la pieza fundamental? ¿Por qué se han dejado de lado a la mujer y al hombre? El sexo como tal no debería ser el objeto de estudio, sino los sujetos sexuados, mujeres y hombres que puedan contar qué hacen, como viven y cómo expresan su sexualidad.
Lo importante en todo esto, y con lo que podemos quedarnos, es que el sexo no es lo que las personas hacen, sino la propia concepción que tenemos cada una de nosotras de lo que significa ser una persona sexuada. Todo esto, que puede sonar algo técnico pero necesario, es para entender la sexología y los seis ejes que la definen a la perfección.
¿Has oído hablar de los ejes del Hecho Sexual Humano?
- Sexuación: Es un proceso biográfico donde cada persona se va construyendo a sí misma como hombre y como mujer, con sus aspectos y peculiaridades que les definen. Pero en este punto puede que algo te llame la atención, y es que no existen como tal mujeres y hombres “puros”, es perfectamente viable tener característica que la sociedad etiqueta “como pertenecientes al otro sexo”, eso no nos hace ser menos mujeres o menos hombres; lo esencial es que somos personas diferentes y únicas.
- Sexualidad: Desde luego uno de mis ejes favoritos. La sexualidad hace referencia al modo en que mujeres y hombres vivimos nuestro proceso de sexuación, es decir, cómo vivimos el hecho de ser mujeres y hombres. ¿Te has parado a pensar en cómo lo vives tú? Ninguna sexualidad es igual a otra, cada persona la vive de una manera particular, diferente a la persona que podemos tener al lado, e incluso, estas vivencias pueden variar a lo largo de nuestro ciclo vital.
- Erótica: Hace referencia a lo que nos motiva a relacionarnos en pareja, es la pura búsqueda hacia otras personas sexuadas. ¿Te paras a pensar en lo que deseas o a quién deseas? En próximos artículos te iremos desvelando otros conceptos están relacionados con la erótica.
- Amatoria: Si ya has investigado un poquito sobre el apasionante mundo de la sexología, puede que hayas escuchado el concepto “ars amandi”, y realmente es el sinónimo de la amatoria que te estamos presentando. Este cuarto eje hace referencia a nuestra expresión del deseo, ¿qué quiere decir esto? Pues bien, que todo aquello que nos motiva de la erótica, en este eje pasamos a ponerlo en práctica, un gesto, una conducta… En definitiva, acciones individuales o relacionales como la masturbación, la seducción o prácticas eróticas que tendrán diversos significados en cada momento vital.
- Pareja: Cuando hablamos de pareja, nos referimos al deseo o al anhelo que pueden tener las personas por estar juntas y amarse de forma erótica. Pero déjanos un momento que te planteamos una pregunta: ¿piensas que el concepto que tú tienes de “pareja” es el mismo que para todas las personas? Exacto, la respuesta es NO, no podemos hablar de “un estereotipo de pareja” como tal, porque una pareja se define por las personas que la componen, y aspectos como exclusividad, temporalidad o convivencia pueden significar cosas muy diferentes para ellas.
- Procreación: Es el deseo de las personas sexuadas de seguir adelante con un proyecto común, ¿por qué proyecto? Porque no solo tiene que ver con la idea de tener hijos, también tiene relación con compartir espacios, fantasías, retos y un sinfín de posibilidades. En este último eje nos gustaría también que veamos por qué le llamamos procreación y no reproducción, en lo que a los hijos e hijas se refiere, y es que el concepto clásico de reproducción deja fuera la procreación no biológica, como puede ser la adopción o la acogida, por eso este término ha sido consensuado como el más completo e inclusivo.
Desde ALDRA psicología, esperamos que este artículo haya sido de vuestro interés y os invitamos a dejarnos vuestras inquietudes tanto por mail como por Instagram; y os retamos a que empecéis a explorar vuestra sexualidad, es un camino de autoconocimiento fascinante, en el que estaremos felices de acompañaros.
Sandra Sonyeba Manzano
