AUTOLESIONES

Comparte esta publicación

“Sentía tanto dolor por dentro, que era la única forma de dejarlo salir”

Es muy probable que conozcas algún caso, o que hayas oído de hablar de alguien que en algún momento de su vida haya recurrido a autolesionarse, pero ¿qué motiva a alguien a infligirse daño? Externamente, podría parecer que no existe una fácil justificación para que una persona decida herirse físicamente. Sin embargo, en la gran mayor parte de los casos, la respuesta que estas personas dan es muy parecida. Para ellas, la autolesión constituye una vía de escape, una ‘puerta de salida’ para liberar el dolor que llegan a sentir internamente. Situaciones de malestar, angustia, desesperanza, soledad… o, en general, desgaste psicológico y emocional pueden ser el detonante de este tipo de conductas, que surgen de la necesidad de evadir estas sensaciones, centrando la atención en el dolor físico. 

Es importante distinguir la autolesión del intento de suicidio, aunque ambas sean intencionadas. La persona que se autolesiona no busca quitarse la vida; al contrario, busca generar una distracción física a un malestar psicológico. Estas conductas son ampliamente rechazadas socialmente, incluso por quienes las realizan, lo que suele derivar en sentimientos de vergüenza, indefensión y culpa. Es por ello que estas personas se esfuerzan en ocultar las heridas que se producen. Sin embargo, el desvío de la atención tiene una duración limitada y si los problemas de base no se solucionan, probablemente se verán abocados nuevamente a realizar este tipo de conductas.

Pero, ¿qué podemos hacer para ayudar a alguien en esta situación? En primer lugar, tenemos que tratar de cambiar la perspectiva y entender esta conducta como una llamada de atención y no juzgar a quien la lleve a cabo. Un entorno comprensivo siempre facilita las cosas a la persona que lo sufre. En cualquier caso, es muy importante acudir a un profesional que acompañe a la persona en el proceso de afrontar los problemas emocionales y buscarles solución, para poder dejar atrás esta conducta.

Desde Aldra Psicología, nos gustaría aclarar que siempre es un buen momento para tomarse el tiempo de conocerse mejor y buscar todas aquellas heridas que portamos y que en algún momento de nuestra vida puedan resurgir. Es importante para sanarlas y no dejar que nos sobrepasen, observarlas, comprenderlas y aceptarlas. Estaremos encantados de atender cualquier duda o pregunta que os pueda surgir al respecto. Nos veremos de nuevo en el siguiente post. 

“Las cicatrices son sitios por donde el alma ha intentado marcharse y ha sido obligada a volver, ha sido encerrada, cosida centro” (J.M. Coetzee).

Alejandro Vitieles

 

Post relacionados